El río hirviente de la Amazonía
Caudal a altas temperaturas
Es el hogar de un antiguo espíritu sagrado. Sus aguas alcanzan temperaturas de hasta 80°C. Cualquier forma de vida animal terminaría con severas quemaduras allí. Es el río hirviente de la Amazonía.
Es un brazo del segundo río más grande del mundo, el Amazonas. Se aprecian burbujas emerger hasta la superficie, como cuando se prepara agua para té. Los primeros registros datan del siglo XVI, cuando los invasores españoles llegaron a la selva peruana. Desde entonces, este rincón del Amazonas ha permanecido prácticamente intacto.
Sin volcanes cerca
Los locales lo llaman Shanay-timpishka: el río «hervido con el calor del Sol». Se conoce muy poco sobre las formas de vida que habitan en la selva circundante. ¿Cómo puede mantenerse tan caliente el agua allí? El Amazonas no se caracteriza por tener volcanes. Perú tampoco. El más cercano se encuentra a unos 700 kilómetros, documenta el explorador de National Geographic Andrés Ruzo.
Ruzo hizo una expedición al Río Hirviente. Navegó por horas antes de sentir el vapor de agua. Vio la densa cortina de humo que ascendía desde las aguas: «Inmediatamente saqué mi termómetro. La temperatura promedio del agua en el río era de 86ºC», escribe el investigador sobre su experiencia. Los locales atribuyen esto a que el Río Hirviente es el hogar de Yacumama: la serpiente sagrada que vela por la seguridad de la vida que ahí habita.
Los habitantes usan el agua del Río Hirviente para hacer té y cocinar. El agua no sabe a azufre, ya que no existe ningún sistema geotérmico que caliente las aguas. Por el contrario, no sabe a nada. Es como agua limpia. La usan también para la medicina tradicional local.
Misterio vigente
Las cascadas aledañas también están calientes. Los pobladores originarios aprovechan esto para asearse en baños termales. Esto es en las partes del Río Hirviente que están por debajo de los 40ºC. En los arroyos que superan los 80ºC, es imposible entrar.
No existe una explicación todavía sobre por qué es tan caliente. Tampoco hay una relación causal entre el medioambiente y las condiciones del agua. El río hirviente de la Amazonía está en un halo de misterio. Ni siquiera la ciencia contemporánea ha logrado descifrarlo. «Es único», concluye Ruzo. No hay otro en el mundo que se le equipare.