El pato que puede insultar como humano
Cualquiera con un loro como mascota lo sabe. Se debe tener mucho cuidado con las palabras malsonantes. ¿Por qué? Porque tal vez el ave lo repita ante las visitas. Pero no es el único animal con capacidad para aprender el lenguaje vocal. Los colibríes, algunos pájaros cantores, elefantes, focas y ballenas pueden hacerlo. A esta lista de imitadores se suman ahora los patos almizcleros (Biziura lobata). Es un ave acuática silvestre natural de Australia. Y es el pato que puede insultar como humano.
Patos parlanchines
Al parecer, los patos criados en cautividad pueden imitar sonidos. Algunos, frases como las que dice esta ave. La nota fue publicada por la revista ‘New Scientist’. Probablemente era la coletilla de un antiguo dueño: «You bloody fool!». Puede traducirse por algo así como «¡Maldito tonto!».
Carel Ten Cate es investigador de la Universidad de Leiden en los Países Bajos. Escuchó la historia del pato parlante y, como es lógico, quedó fascinado. Contactó al científico australiano Peter J. Fullager, que conocía el caso desde hace 30 años. Poseía unos audios en los que ‘Ripper’, el famoso pato, suelta el insulto cuando se pone agresivo. Incluso imita el sonido de un portazo cuando trata de atraer a las hembras. El ejemplar fue criado en una reserva sin presencia de otros patos almizcleros.
Otros casos
El investigador verificó la autenticidad de esta grabación. Utilizó un software para confirmar que las aves estaban repitiendo ruidos de su entorno. En algunos casos, eran sonidos que solo oyeron en las primeras semanas de vida.
«Pensé: ‘Debe de ser una broma realmente buena -reconoce Ten Cate a ‘New Scientist’-. Pero en realidad proviene de científicos respetados y criadores de aves. Los informes son muy confiables. Estos patos están aprendiendo algo sobre vocalizaciones a una edad muy temprana».
El pato que puede insultar como humano no es el único fenómeno. Ten Cate también ha descubierto dos patos almizcleros criados en Reino Unido. Suenan como un pony resoplando, toses humanas y el chirrido de una puerta. Los casos son pocos porque estas aves son muy agresivas como para tenerlas en un jardín.
Así que, si escuchas a ‘Ripper’ insultando al pasar… solo sonríe. No es culpa haber tenido algún dueño de malos modales.