El origen de la palabra Abracadabra
Está asociada a la magia de modo indisoluble. Es una señal casi universal de lo supuestamente imposible. ¿Cuál es el origen de la palabra Abracadabra? Aaparece por primera vez en los escritos de Quintus Serenus Sammonicus hace más de 1800 años. Era un remedio mágico contra la fiebre, una afección potencialmente mortal en una época anterior a los antibióticos.
En el siglo II d.C., en un libro titulado Liber Medicinalis, Serenus aconsejaba fabricar un amuleto. Debía contener la palabra mágica inscrita, para colgarlo del cuello del enfermo. Prescribía que la palabra se escribiera en líneas sucesivas, pero en triángulo hacia abajo y con una letra menos cada vez:
ABRACADABRA / ABRACADABR / ABRACADAB / … / AB / A
Ritual
La inscripción consistiría entonces en 11 líneas, escritas hasta que no quedaran caracteres de la palabra. Del mismo modo, dijo Serenus, la fiebre también desaparecería. También aparecen versiones de abracadabra en un papiro egipcio escrito en griego del siglo III d.C. Omite las vocales al principio y al final de abracadabra en las líneas siguientes. También en un códice copto del siglo VI, que utiliza el mismo método, pero una palabra mágica diferente.
Para los seguidores de la magia griega, escribir las variaciones de una palabra en un triángulo apuntando hacia abajo tenía sentido. Formaba un «racimo de uvas» o «forma de corazón». Era una forma de escribir un conjuro oral que repetía y disminuía de la misma manera el nombre de un espíritu maligno. Se creía que estos espíritus causaban enfermedades.
Abracadabra era un «apotropaico, una palabra que podía evitar cosas malas». Lo explica Elyse Graham, historiadora del lenguaje de la Universidad de Stony Brook (en Nueva York, EE. UU.). Algunos creen que abracadabra procede de la frase hebrea ebrah k’dabri, que significa «creo mientras hablo». Otros piensan que procede de avra gavra, una frase aramea que significa «crearé al hombre». Son las palabras de Dios el sexto día de la creación.
Relegada a la magia
El origen de la palabra Abracadabra se discute mucho. Pero mantuvo su función de remedio mágico contra la enfermedad durante muchos siglos. Un manuscrito judío del siglo XVI procedente de Italia lo recoge.
A principios del siglo XIX apareció en una obra de teatro escrita por William Thomas Moncrieff, como ejemplo de una palabra mágica. La magia se consideraba útil como remedio antes de los avances de la medicina moderna. Por eso el abracadabra se recluye ahora en el reino de la magia escénica y los trucos de prestidigitación.