El oído forma una parte importante del sentido del gusto
Varios estudios y experimentos realizados en Gran Bretaña han demostrado que nuestro sentido del gusto no solo le complementan la vista y el olfato, pues también se encuentra el oído. Su conclusión fue que los sonidos modifican el sabor de lo que tomamos. Charles Spence, investigador multisensorial, comprobo que al encontrarnos ante sabores que compiten, es posible cambiar el sabor que domina simplemente reproduciendo de fondo sonidos que relacionemos con ellos.
Ademas, en otro estudio llevado a cabo por Anne Crisinel, de la universidad de Oxford, ha comprobado incluso que tendemos a asociar lo dulce y ácido con las notas más agudas, mientras que lo salado y amargo con las graves. Se realizo un experimento ( que podéis ver en la pagina de la fuente) con 20 personas a oscuras y con auriculares escuchando música de fondo, y se les dio a probar toffe. A pesar de que siempre era el mismo, cuando predominaban las notas agudas, el toffe les parecía más dulce.
Por ahora no se sabe muy bien las razones de que tengamos esas sensaciones, ni si se debe a algo genético o social, pero al menos ya sabemos que para endulzar nuestras vidas nos basta con escuchar los mejores éxitos de los pitufos maquineros mientras comemos.