El nenúfar que tiene un récord mundial
Este récord se entregó el 30 de enero. Los Guinness World Records reconocieron el mérito. El nenúfar que tiene un récord mundial está en el Real Jardín Botánico de Kew, en Londres. Es el más grande del mundo.
La especie es la Victoria boliviana. El espécimen había estado oculto en el Herbario de Kew durante 177 años. Todo este tiempo se creyó que estas muestran pertenecían a la Victoria amazonica. Solo se identificó como nueva especie después de que la planta se cultivase en los jardines al oeste de Londres y creciera en 2018.
Especies parientes
Hasta la fecha, existían dos especies de nenúfares gigantes: el Victoria amazonica y el Victoria cruziana. El horticultor asturiano Carlos Magdalena, trabajador del Real Jardín Botánico de Kew lideró el equipo que hizo el hallazgo. Usaron semillas traídas de Bolivia para germinarlas. Los análisis de ADN lo confirmaron. La Victoria boliviana se separó de la Victoria cruziana hace un millón de años.
La especie pariente, Victoria amazonica fue toda una sensación para la sociedad inglesa del siglo XIX. Sus hojas alcanzaban los dos metros y medio de diámetro, convirtiéndose en una sólida isla. Retratos de la época victoriana muestran a niños elegantes posando encima de la especie. Sus flores, de 40 centímetros de diámetro, tienen una espectacular fragancia. Pero solo se abren durante dos noches. Comienzan de color blanco para atraer a los polinizadores y luego se vuelven rosas después de liberar su polen.
Cuestión de tamaño
Hoy, la Victoria amazonica cedió el protagonismo a la Victoria boliviana. Ahora ostenta el tamaño de hoja récord en el mundo, de tres metros y veinte centímetros de diámetro. Se registró en los Jardines de La Rinconada, en su Bolivia de origen.
Como curiosidad, el Real Jardín Botánico de Kew también guarda el Nymphaea thermarum. Es el nenúfar más pequeño del mundo, de tan solo un centímetro de diámetro. Originario de Ruanda, estuvo a punto de desaparecer por la destrucción de su hábitat natural. Fue Carlos Magdalena quien lo salvó de la extinción cultivándolo a través de unas semillas en el año 2009. Ahora, también el nenúfar que tiene un récord mundial le debe a él su nueva fama.