El misterioso efecto Fata Morgana
Ilusión óptica de la naturaleza
En el mar, a veces la vista es engañosa. Sobre todo, por ciertas increíbles ilusiones ópticas que allí suceden. Algunas despiertan gran interés en quienes pueden avistarlas. Por ejemplo, el misterioso efecto Fata Morgana, que aparece en ciertas costas. Incluso su nombre tiene cierta relación con la magia.
Ilusión de leyenda
Está en la leyenda del Rey Arturo, personaje clásico de la literatura europea. Él tenía una hermanastra que era una poderosa hechicera con la capacidad de cambiar de aspecto. Se le conoce como Morgana le Fay, Morgane, Morganna, Morgaine y diversos otros nombres. Ella es citada como un hada, una maga, o una hechicera dependiendo de la obra literaria. La etimología de su nombre no está clara. Pero hay estudiosos que sostienen que la palabra morgana puede venir del bretón mori-gena, que significa «nacida del mar».
Es en honor a ella que el efecto Fata Morgana se llama así (hada Morgana en italiano). Se trata de una extraña ilusión óptica. Está vinculada a las costas de Barcelona, Noruega, Nueva Zelanda y, principalmente, el Estrecho de Messina, el área del sur de Italia, entre Calabria y Sicilia.
Figuras en el aire
Las formas son diversas. Barcos voladores, ciudades flotantes, montañas ficticias, icebergs o acantilados. Incluso lo que parecen ser edificaciones dignas de las fantasías más clásicas. Muchas personas han visto ilusiones ópticas como estas en todas las costas. Las redes sociales están llenas de imágenes increíbles. Quienes no saben de qué se trata, creen haber descubierto una maravilla.
Morgana es en varios relatos discípula del mago Merlín, personaje ficticio galés. En otros aparece como su rival. Para embrujarlo, Morgana lo seduce transformando su propia apariencia. Lo mismo hace con Arturo, de quien también ha sido rival en otras historias. Igualmente engañosas son las vivas imágenes que se ven desde la costa.
Pero, ¿cómo se forma? Es cuando los rayos de luz, originalmente rectos, atraviesan la atmósfera o cualquier masa de aire. Su trayectoria varía y se tornan curvos. Este fenómeno, llamado refracción, es el que genera ciertos efectos visuales.
Una de las cosas que altera la dirección de los rayos solares es la temperatura de la capa de aire (más densa cuanto más fría). Un espejismo ocurre cuando un rayo solar atraviesa primero una capa de aire de baja temperatura (capa superior) y llega luego a una capa de mayor temperatura (capa inferior).
Los espejismos son fenómenos asociados a la propagación de la luz en medios no homogéneos. El índice de refracción varía continuamente con la altura. Por tanto, la luz describe trayectorias curvas. Dichas curvas presentan una concavidad en la dirección de aumento del índice de refracción. Es decir, la luz se curva hacia el medio (agua, aire, etc.) con mayor índice de refracción.
Para que se genere el misterioso efecto Fata Morgana tiene que haber una inversión térmica entre las capas cercanas al suelo o a la superficie del agua. Cuando la luz llega, «la posición real del objeto está sujeta a la interpretación humana. La formación de la imagen está condicionada por la refracción de la luz», que ha sido alterada.
El hada Morgana sigue haciendo de las suyas en el mar. Bienaventurados aquellos que pueden verla.