Un verdadero tesoro enterrado en una playa. Eso fue lo que encontró en Keaau (Hawái), una niña de 9 años. Entre conchas marinas rotas y la arena, Abbie Graham encontró una botella de vidrio. Estaba mugrienta y cubierta de barro. La niña estaba visitando el Hawaiian Paradise Park con su familia. Sucedió el pasado mes de junio. Fue cuando halló el mensaje en la botella que viajó 37 años.
Mensaje intacto
Sus padres inicialmente pensaron que solo era un pedazo de basura. Pero la niña insistió con limpiar y desenterrar el tesoro. Dentro de la desgastada botella, Abbie encontró unas cartas. ¿Quién las había escrito? Un grupo de estudiantes de una escuela secundaria de Japón. Fue muy lejos de allí, a unos 7.000 kilómetros de distancia, varias décadas atrás. Las notas estaban increíblemente intactas y bien conservadas.
El mensaje en la botella que viajó 37 años llega a su destino en un mundo distinto. Cuando fue lanzado, Ronald Reagan era el presidente de los Estados Unidos.
Las cartas estás escritas en inglés, español y japonés. Allí pedían al que las encuentre que respondiera. La respuesta debería ir al club de ciencias de la escuela secundaria Choshi. Que en la prefectura de Chiba, al este de Tokio.
La solicitud fue respondida a principios del mes de septiembre. Abbie envió las cartas a la escuela, junto con un dibujo de ella y su hermana comiendo sushi.
“Los estudiantes estaban encantados de recibir la carta”. Así lo cuenta a VICE World News Jun Hayashi, subdirector de la escuela secundaria Choshi.
Nostalgia
Una exmiembro del club de ciencias fue contactada por la escuela. Mayumi Kanda tiene ahora 54 años. Dijo que se sorprendió al escuchar que se encontró la botella.
“Me trajo muchos recuerdos nostálgicos de cuando era estudiante de secundaria. Estoy muy agradecida con la niña que recogió la botella. Y con mi antigua escuela por organizar este proyecto“, dijo Kanda durante una conferencia de prensa.
El descubrimiento unió a dos personas a través del tiempo y el espacio. Y completó un experimento sobre el movimiento de las corrientes oceánicas. En los años 80, se lanzaron al mar 750 botellas como parte de su estudio.
Hasta el momento, se han encontrado y devuelto 51. Esta es la única botella que se ha encontrado desde el año 2002. Aparecieron antes en las costas de Washington en EE.UU., Canadá y Filipinas.
