Las Islas Feroe o lo que su nombre significa Islas de los Corderos, son un pequeño archipiélago situado en el Atlántico Norte, entre Islandia y Noruega. Con una superficie total de unos 1.400 km² y una población de alrededor de 50.000 habitantes, las Feroe son un lugar de belleza natural impresionante, con acantilados imponentes, cascadas, fiordos y una gran variedad de vida marina. Sin embargo, uno de sus principales atractivos es el Lago Volador.
El lago Sørvágsvatn o también llamado Lago Volador
Uno de los fenómenos más interesantes de las Islas Feroe es un lago que se encuentra a una altitud de más de 300 metros sobre el nivel del mar, en el borde de un acantilado. Se trata del lago Sørvágsvatn o Leitisvatn. Conocido como el lago Volador, es uno de los puntos más visitados del archipiélago, tanto por turistas como por los propios habitantes de las islas.
El lago Volador se encuentra en la isla de Vágar, la tercera más grande de las Feroe. Al lago se accede a pie, mediante una caminata de unos 45 minutos, por un sendero empinado y rocoso. Pero la recompensa al final del camino es impresionante: una vista panorámica del lago que parece flotar en el aire.
El nombre puede parecer un poco exagerado, sin embargo, tiene una explicación. En realidad se encuentra en una depresión en la cima del acantilado, por lo que aparenta estar suspendido en el aire. Tiene unos 30 metros de profundidad y se alimenta de varios arroyos y cascadas que fluyen desde las montañas cercanas.
Un lago que tiene sus propias leyendas
El lago volador es un lugar mágico y misterioso y fue objeto de muchas historias y leyendas a lo largo de los años. Según una de esas leyendas, allí habita un monstruo marino que solo se muestra a aquellos que son dignos. Otros cuentan que el lago es un portal a otro mundo, y que aquellos que miran en su interior tienen visiones del futuro.
Aunque son solo historias, no cabe duda de que el lago volador es un sitio muy especial. Muchos turistas visitan las Islas Feroe cada año solo para ver el lago. Muchos de ellos también realizan una caminata hasta la cascada de Múlafossur, que se encuentra cerca del pueblo de Gásadalur, y es otro de los puntos más fotografiados de las Islas Feroe.
Las Feroe también son famosas por su gastronomía, basada principalmente en productos del mar, como el bacalao, el salmón y el arenque. La cocina feroesa es sencilla pero sabrosa, y muchos de los platos tradicionales incluyen ingredientes como la carne de cordero y la cebada.
Además, las Islas Feroe son un lugar perfecto para experimentar la cultura local. Los feroeses son amables y acogedores, y a menudo se organizan festivales y eventos que celebran la música, el arte y la tradición feroesa.
Una atractiva propuesta para ir a visitar, ¿no te parece?
