¿Cuántas veces viendo películas de acción no te has preguntado cómo funcionan los chalecos antibalas? Pues ya lo puedes 
comentar la próxima vez que veas una con alguien.
Los chalecos antibalas están diseñados para repartir la energía del choque de la balas además de deformar la propia bala y minimizar el trauma contundente. El chaleco está realizado de planchas de acero reforzadas, es muy resistente, y cumple a la perfección su función, aunque es pesado e incómodo.
Mientras la bala se deforma, la energía es absorbida por una superficie cada vez mayor. Aunque el chaleco pueda evitar la penetración de la bala, tanto el chaleco y la persona que lo usa absorben la energía del proyectil. Aun sin penetración, las balas de pistolas modernas contienen suficiente energía para causar un trauma en la zona de impacto. Pero a veces algunas municiones son tan potentes que traspasa el acero de los chalecos convencionales. Por lo que han creado nuevos chales, con un diseño mucho más seguro, ahora emplean superposición de superfuerza.
La gran ventaja es que además de ser una protección mucho mayor, al estar compuesto de cerámica y titanio, es mucho más ligero y cómodo, para poder moverse con total facilidad.
El chaleco con armadura de cuerpo suave no es tan fuerte, pero es más ligero y menos visible al llevar. Está tejida con hebras entrelazadas de Kevlar. En cambio, las armaduras de cuerpo duras, sus capas son duras, el material deforma la bala entrante y le roba su energía.
