Miles de personas en todo el mundo afirman haber tenido sueños mutuos con otras personas. Los expertos no se ponen de acuerdo respeto estos sueños también llamados telepáticos, lo que da paso a acalorados debates: Nadie sabe realmente de que son capaces nuestras mentes, incluso se ha especulado con la posibilidad de que los sueños sean la puerta a una nueva dimensión.
El “sueño compartido”, también conocido como “sueño mutuo», describe un fenómeno en el que dos o más personas experimentan el mismo sueño al mismo tiempo e independientemente recuerdan sus alrededores, su conversación o sus interacciones dentro del sueño.
En la saga de “Pesadilla en Elm Street” su director Wes Craven nos detalla el lado más oscuro de este fenómeno. En 2011, el director Christopher Nolan introdujo el concepto de compartir lo sueños con su película “Origen (Inception)”. Dentro de su mundo, era posible que un grupo de hackers entraran conscientemente en la mente subconsciente de un individuo y así poder extraer cierta información.
Como hemos podido comprobar, compartir los sueños es un fenómeno muy recurrente en el mundo de las películas y los libros, aunque en la vida real todavía no hemos sido capaces de explicar este tipo de experiencias. Se han realizado estudios para investigar el fenómeno del sueño compartido y la ciencia siempre se ha mostrado muy escéptica sobre su existencia.
Según algunos científicos, la mejor explicación para los “sueños mutuos” esta asociada a las conversaciones, reuniones u otras actividades compartida que comparten las personas, que simplemente son procesadas en sus sueños a la siguiente noche. Pero esta teoría no acabaría de explicar cómo personas que no han compartido experiencias ni tampoco las vivencias diarias, comparten sueños, y mucho menos recordarlos o interactuar en ellos.
Experiencias reportadas por una gran cantidad de personas en todo el mundo, constatan que dentro de los sueños compartidos o mutuos, las personas pueden experimentar dos etapas distintas.
Los sueños no lúcidos: Este tipo de sueños son típicamente incoherentes en el que cada persona en el sueño manifiesta eventos revelados. Aunque las personas que comparten el sueño son conscientes de la presencia del uno y del otro, no se llegan a comunicarse en el sueño, y ni siquiera saben en el momento que están experimentando el sueño compartido.
Sueños lúcidos: En este tipo de sueño compartido, ambos soñadores son conscientes de la presencia de la otra, pueden interactuar, y son conscientes de que están en un estado de sueño. En un sueño lúcido, los soñadores mantienen una capacidad lógica y funcional, que operan en un nivel consciente en oposición a un nivel subconsciente.
El psicólogo Stephen LaBerge, de la Universidad de Stanford Stephe, es para muchos, una referente en el estudio de los sueños lúcidos, y explica que: Recuentos de “sueños mutuos” sugieren que el mundo de los sueños en algunos casos puede ser tan objetivamente real como el mundo físico. Esto es debido a que el principal criterio para la “objetividad” es que una experiencia sea compartida por más de una persona, lo cual supuestamente ocurre en los sueños mutuos.
Los estudios de LaBerge con soñadores lúcidos que emiten una señal cuando han despertado dentro del sueño sugieren que experiencias en los sueños, como tener sexo, reportan las mismas señas fisiológicas que se registran cuando las mismas experiencias ocurren en la vigilia (mismas alteraciones en el ritmo cardiaco, respiración, etc.). Esto parece indicar que para el cerebro lo que ocurre en los sueños es igualmente real que lo que ocurre cuando estamos despiertos.
Según Tim Leary, psicólogo y exprofesor de la Universidad de Harward “el cerebro está diseñado para diseñar realidades”,
Así que, ¿cuál es la verdadera y tajante diferencia entre los sueños y la realidad?.
