El caso del Caníbal de Rotemburgo
A lo largo de la historia han tenido lugar varios casos de canibalismo. Desde el denominado “el vampiro de Brooklyn” , hasta situaciones extremas que no dejan cabida a otra opción, el denominado canibalismo de supervivencia. Sin embargo, el caso de Armin Meiwes (Essen, Alemania, 1 de diciembre de 1961), conocido popularmente como el Caníbal de Rotemburgo, fue un caso muy diferente. Armin tenía fantasías sexuales bastante peculiares, fantasías en las que devoraba, literalmente, a una persona.
El Caníbal de Rotemburgo empezó a frecuentar las redes sociales y los chats con un único objetivo: buscaba hombres para comérselos y lo más curioso de todo es que no quería engañarlos ni engatusarlos, quería que ellos se ofreciesen voluntariamente para ser comidos.
Sorprendentemente un cocinero ofreció a dos de sus ayudantes para ser degustados, aunque los pobres ayudantes no lo tenían muy claro… Así que Armin ante las dudas de las víctimas, desistió y las dejó marchar. El banquete sólo tenía sentido si la víctima también estaba de acuerdo en ser devorada.
La segunda persona con la que Armin contactó fue más provechosa. Bern Brandes residía en Berlín y tras sentirse atraído por la fantasía de ser comido se trasladó al domicilio de Armin para conocerlo. Brandes disfrutaba con el dolor y durante su encuentro con Armin le pidió a este que le cortase el pene. Meiwes cortó el pene en dos trozos y los cocinó para ambos.
Posteriormente el canníbal asesinó a su víctima en la mesa de descuartizar y lo grabó todo en cámara de vídeo. Descuartizó el cuerpo y conservó la carne en el congelador. Durante aproximadamente un mes se alimentó del cuerpo de Brandes.
Los meses siguientes los pasó buscando nuevas víctimas. Esta actitud fue la que lo desenmascaró. Un estudiante de Innsbruck denunció horrorizado a Meiwes, quien aseguraba en diversos foros haber probado la carne humana. En el recuento de respuestas se registraron varios centenares de víctimas, dispuestas a dejarse devorar por el caníbal.
Tras investigar, la policía no tardó en descubrir la verdad. Además, estaba el vídeo con la filmación de todo lo ocurrido. No cabía la posibilidad de duda. La policía lo arrestó un año después del asesinato. El Caníbal de Rotemburgo fue juzgado a cadena perpetua por asesinato con fines sexuales.