En cuestión de aromas, el gusto suele ser muy variable. Sin embargo, hay cierta conformidad general respecto a lo que es un olor “agradable”. Un estudio publicado en ‘Current Biology‘ dice que esta coincidencia es independiente del origen cultural. Tiene más que ver con la estructura de la molécula de olor particular. Así, se preguntaron cuál sería el aroma preferido en todo el mundo.
Vainilla vs. sudor de pies
«Queríamos ver si las personas de todo el mundo tienen la misma percepción del olor. O si es algo aprendido culturalmente», dice Artin Arshamian. Es investigador del Departamento de Neurociencia Clínica del Instituto Karolinska.
Seleccionó a 235 personas de 9 culturas no occidentales. Se les presentaron diez olores diferentes. El olor preferido de la mayoría de ellos fue el de la molécula 4-hidroxi-3-metoxibenzaldehído, el que identificamos con la vainilla. Lo sigue el butirato de etilo, que nos huele a melocotón. Por el contrario, el aroma menos agradable fue el del ácido isovalérico, algo parecido al ‘agrio’ del queso, la leche de soja y el zumo de manzana. O el sudor de los pies.
Se incluyeron participantes de muy alejadas tribus indígenas de todas partes del mundo. También se tuvieron en cuenta preferencias de ciudadanos de Nueva York de otro trabajo anterior. Tuvo en cuenta 500 moléculas y que arrojó resultados parecidos.
No es cultural
Si la preferencia por un aroma fuese cultural, las clasificaciones de los participantes serían similares dentro de las mismas tribus o pueblos. Pero no sucedió así. Había una gran variación. El instinto de supervivencia generado por la evolución también influye. Olores agradables se relacionaban con alimentos saludables para nuestros ancestros.
«La percepción universal del olor está impulsada por la estructura molecular. Explica por qué nos gusta o nos disgusta cierto olor», señala Arshamian. «Las culturas de todo el mundo clasifican los diferentes olores de manera similar sin importar de dónde provengan», añade. El aroma preferido en todo el mundo no está condicionado por un aprendizaje cultural.
