¿Cuánto aguantaríamos si nos enterraran vivos?
Hay varios informes que hablan de que una persona con una salud normal podría tardar de 10 minutos a una hora en morir ahogado si fuera enterrado; otros, creen que de seis a 36 horas. Los científicos no se ponen de acuerdo, pero una cosa es segura: no tardarías demasiado en fallecer.
Todo se reduce a la cantidad de aire disponible en el ataúd. Cuanto más pequeño seas, más tiempo podrás sobrevivir, ya que ocupas menos espacio y dejas más lugar a que haya oxígeno. Cuando éste se agote, llegó el final. Los nadadores o corredores (o cualquier persona con una mejor capacidad pulmonar), podrían arañar unos cuantos minutos más.
Supongamos que un ataúd promedio mide 2,14x71x58, por lo que su volumen total es de 886 litros aproximadamente. Teniendo en cuenta que el volumen medio de un cuerpo humano es de 66 litros, esto deja 820 litros de aire, una quinta parte de los cuales (164 litros) es oxígeno. Si una persona atrapada consume 0,5 litros de oxígeno por minuto, se necesitarían casi cinco horas y media antes de que se consuma todo el oxígeno del ataúd.
Incluso si pudieras salir del ataúd sin agotar tu suministro de aire, te encontrarías en una situación similar a la de ser enterrado en un alud o una avalancha; la tierra sería tan densa y pesada que tu pecho no sería capaz de expandirse. Si fueras capaz de moverte, la tierra podría entrar en tu boca y en tu nariz y obstruir tus vías respiratorias.
Pero hay un lado positivo. A medida que el dióxido de carbono se acumula te iría entrando sueño y finalmente caerías en coma antes de que tu corazón se detuviera.