¿Cual es el origen de la expresión «dormir la mona»?
La expresión «dormir la mona» para describir a una persona que cae en un estado de sueño profundo, provocado por la ingestión excesiva de alcohol o drogas, ya se empleaba en el siglo XVI.
Antiguamente se usaba la palabra “mona” para referirse a la borrachera o la persona ebria. Se designaba la persona borracha melancólica y callada como “mona triste” y la persona borracha que baila y canta como “mona alegre». Era una práctica habitual en ferias ambulantes, embriagar a un simio para provocarle conductas que les parecían graciosas a los feriantes, como hacerlo bailar, trompicarse y caerse dando vueltas.
En el libro de El Quijote, del siglo XVII, puede leerse «tomar la mona» como equivalente a embriagarse.
También hay quienes señalan que ya el pintor griego Apeles había representado a Baco, dios del vino, acompañado de una mona como símbolo de la alegría. Ya en tiempos de la vieja cultura griega se asociaba la alegría de los monos con el placer del vino.
Algunos arriesgan a decir que simplemente, se compara la conducta de un ebrio con la de un mono o una mona, lo que tendría su lógica ya que se suele decir «hacer el mono» para describir a una persona que hace tonterías o animaladas.