Uno de los factores más importantes a la hora de jugar al tenis es la 
superficie. En España, la tierra batida es el terreno más habitual sobre el que se juega, razón por la cual nuestros tenistas acumulan más victorias sobre esta superficie.
La tierra batida se obtiene de las cantera naturales de arcilla. Una vez extraída se cuece en altos hornos. En función del tipo de superficie que se quiera lograr, la cocción se realizará a mayor o menor temperatura. Entre 750ºC y 950ºC suele ser la temperatura ideal. En caso de realizar este proceso a una temperatura diferente, la arcilla podría quedar demasiado blanda o demasiado dura.
Por último, la arcilla se tritura para convertirla en pequeños granos, siendo más finos en verano y más gruesos en invierno. Para que una pista esté perfectamente acondicionada para jugar al tenis, se necesitan entre 500 y 1000 kilos de polvo de ladrillo.
Pero estas pistas no están hechas solo de arcilla. Por debajo de capa de polvo de ladrillo que se puede ver hay dos capas más. En la parte más baja se encuentra lo que se conoce como pastilla, una superficie dura sobre la que se echa la arcilla. Por encima de esta pastilla se encuentra el sellante, formada por tierra batida y adhesivo que crea una masa compacta que se pega a la pastilla y que no se levanta.
