Cuando dicen que las apariencias engañan tienen mucha razón, Colin Furze es un hombre trabajador que se dedica al sector del plomo, tiene una familia tradicional y una vida muy tranquila, excepto por una cosa, por las noches entra en su laboratorio secreto para crear inventos de lo más peculiares.
No son cosas útiles, pero si las podemos describir como extravagantes. Su cobertizo es el lugar perfecto para crear cosas como la bicicleta impulsada por reactores o el “Muro de la Muerte” para motos.
Gracias a sus inventos ha conseguido batir cinco récords Guinness, entre ellos el del coche de bebé más rápido del mundo. Ya que observando algunos de sus inventos te das cuenta de que la velocidad es su especialidad.
También ha creado el retrete más veloz del mundo, la hoguera más grande, la bici más rápida…
Puedes ver el vídeo en http://www.semana.com/vida-moderna/multimedia/colin-furze-invento-el-retrete-mas-veloz-del-mundo/376278-3
