El telescopio espacial Hubble ha sido testigo de cómo un asteroide que se dirigía hacia el Sol se dividía en más de diez fragmentos. Es la primera vez que se logra contemplar en directo la desintegración de una roca espacial de estas características.
En otras ocasiones los científicos habían podido comprobar las consecuencias de un cometa ya fragmentado, polvo y hielo. Pero nunca se había podido observar como la roca se desintegraba en la inmensidad del espacio.
El asteroide, llamado P/2013 R3, fue detectado por primera vez el 15 de septiembre de 2013. «Se trata de una roca sólida», afirma David Jewitt, de la Universidad de California y director de la investigación. «Ver cómo se hace pedazos justo delante de tus ojos resulta muy excitante», añadió el científico.
Los datos del telescopio de la NASA mostraron que los fragmentos se alejaban lentamente los unos de los otros, a una velocidad de casi dos km. por hora. El asteroide empezó a escindirse a finales del año pasado, pero se siguen encontrando nuevas piezas, tal y como revelan las imágenes más recientes.
Para los cientificos, este hallazgo subraya la importancia que tiene la presión de los rayos solares en la desintegración de numerosos pequeños asteroides de no más de un kilómetro y medio de diámetro
