La música no sólo relaja o transmite energía, sino que escucharla y cantar es beneficioso para nuestra salud.
Según un estudio de la Universidad de Frankfurt, en Alemania, cantar en el baño ayuda a aumentar el sistema inmunológico, baja la presión sanguínea, reduce el estrés y mejora tu humor.
En el estudio participaron algunas personas a las que se les analizó la sangre antes y después de escuchar música, concretamente una pieza de Mozart. Encontraron que las concentraciones de inmunoglobulina A, es decir los anticuerpos, y la hidrocortisona, que previene el estrés, habían aumentado en el análisis de sangre realizado tras escuchar la música.
Cuando cantamos, se producen endorfinas en el sistema nervioso, que nos hacen llegar más energía y provocan mayor felicidad.
Además, cantar también es bueno para nuestro físico, ya que tonifica los abdominales y estimula la circulación.
