António Egas Moniz recibió el premio Premio Nobel de Fisiología y Medicina por su invención de la lobotomía
Este procedimiento se refiere comúnmente a toda clase de cirugías en los lóbulos frontales del cerebro; sin embargo, debe llamarse propiamente lobotomía a la destrucción de las vías nerviosas sin extirpación y lobectomía cuando sí haya extirpación.
Toda su fundamentación se había basado en un único caso clínico ni siquiera humano, como afirma John P. J. Pinel:
Aunque parezca increíble, el programa de psicocirugía de Moniz se basaba en una única observación en un único chimpancé en una única situación.
Peor aún, las evaluaciones de las primeras lobotomías tras los informes de Moniz las hicieron los mismos médicos que realizaban las operaciones, lo cual fue un método muy poco objetivo que dio como resultado una evaluación demasiado positiva y optimista.
La era de la lobotomía ahora se observa como episodio bárbaro en la historia psiquiátrica. La última lobotomía legal se practicó en 1967.
En la actualidad grupos de familiares de lobotomizados luchan porque le sea retirado el Premio Nobel, situación que en principio es inviable.