Aunque nos parezca extraño, la agirofobia existe, y es un gran problema para las personas que la sufren a diario. Algo tan cotidiano como cruzar una vía pública a algunas personas se les hace un mundo.
La agirofobia se define como la emoción persistente, anormal e injustificada de miedo a cruzar una calle o avenida debido a la posibilidad de ser atropellado por un vehículo. Este miedo es especialmente grave en las vías muy concurridas, por lo que a los que sufren esta fobia se les hace casi imposible vivir en zonas urbanas, en las que hay que cruzar muchas calles y avenidas colapsadas de coches.
Los agirofóbicos sufren un gran temor incluso al cruzar por los puntos designados para dicho propósito, como los pasos de cebra, e incluso pueden llegar a negarse a cruzar una calle aunque esté totalmente vacía. Se convierte en un verdadero problema, cuando limita a las personas a realizar aquello que desea.
Como en cualquier otra fobia, los síntomas que caracterizan a los que sufren agirofobia al enfrentarse a cruzar una vía son: latido cardiaco rápido, dificultad para respirar, escalofríos, ansiedad, etc.
