El deshielo desentierra una base militar de Estados Unidos
Después de haber sido ocultada durante más de 50 años, el aumento de la temperatura que ha provocado un deshielo en las zonas más frías del planeta ha permitido que una instalación de misiles nucleares de la Guerra Fría haya aparecido en el oeste de Siberia, tras estar medio siglo enterrada bajo la nieve.
La base, que fue el hogar de material biológico, nuclear y químico, está en el noroeste de Groenlandia, aunque no es fácil de encontrar: se tuvo que utilizar un radar de gran alcance para que la misión Operation IceBridge de la NASA pudiera localizarlo.
«La base y sus desechos fueron abandonados en 1967, bajo el supuesto de que serían preservados eternamente por la acumulación de nieve», declara el estudio publicado en Geophysical Research Letters. Sin embargo, debido a la aceleración del cambio climático, el Ártico se está calentando y viendo desaparecer su hielo.
Como resultado de este hecho, la base está siendo expuesta, y con ella una gran cantidad de líquido refrigerante radioactivo: 200.000 litros de combustible diesel, 240.000 litros de aguas residuales, y construcciones llenas de radiación. Según el modelo de deshielo actual, el hielo se derretirá lo suficiente el año 2090 como para dejar escapar todas estas sustancias tóxicas.
«Es sólo cuestión de tiempo que se acaben filtrando todos los materiales», afirma William Colgan, de la Universidad de York; si los desechos se filtran en los océanos, los ecosistemas marinos pueden verse seriamente afectados.
Esta base fue llamada Proyecyo Iceworm, un nombre en clave de un programa de alto secreto del Ejército de EE.UU., que comenzó en los inicios de la Guerra Fria. La idea era construir una red de localizaciones de lanzamientos de misiles nucleares móviles bajo la inmensa capa de hielo de Groenlandia, la segunda más grande del mundo. Mediante la colocación de alrededor de 600 misiles balísticos, EE.UU. podría haber atacado a la Unión Soviética con una relativa rapidez.