¿Podríamos ‘pisar’ Júpiter?
Estamos acostumbrados a imaginar a un ser humano visitando otro planeta y que este sea rocoso, como ya pasó al visitar la Luna (aunque se trate de un satélite), o pasará en el futuro al visitar Marte. Pero, cuando imaginamos Júpiter una de las preguntas que se nos pasa por la cabeza es: ¿podríamos estar de pie en el gigante gaseoso?
No tengamos en cuenta por un momento las condiciones extremas (gravedad, presión atmosférica, alta temperatura y vientos) que se encuentran en Júpiter, e imaginemos que descendemos a través de su atmósfera.
Muy por debajo de la atmósfera, el planeta es un gigantesco océano de hidrógeno metálico líquido, que se parece y se comporta como el mercurio, con la excepción que el hidrógeno tiene un 60% de la densidad del agua. Por lo tanto, tendríamos que hundirnos decenas de miles de kilómetros para llegar a un núcleo caliente y rocoso que sea, probablemente, sólido.
El interior de Júpiter no es preciso (de hecho, es uno de los objetivos de la misión Juno, que acaba de llegar al planeta), por eso estamos tratando de analizarl a través de mediciones gravitacionales y electromagnéticamente para mapear lo que ocurre debajo de las nubes de Júpiter.
Sé que, de momento, las respuestas no son satisfactorias, así que tratemos de bucear en Júpiter con las informaciones que nos proporcionan las tecnologías actuales.
Júpiter es muy cálido, pues en la parte superior de su atmósfera se alcanzan los 630ºC. A medida que viajamos a través de ella, la temperatura desciende rápidamente y aumenta la presión y el viento. De hecho, la sonda Galileo, que se sumergió en las nubes del planeta el año 1995, sólo recorrió 156 kilómetros antes de estropearse. Tuvo que soportar 23 atmósferas y 153ºC, que resultaron mortales para el aparato.
Pero han pasado 20 años, así que supongamos que pudiéramos seguir hacia abajo. A 500 kilómetros la visibilidad desaparece casi por completo, y las gruesas nubes de amoníaco se arremolinan a nuestro alrededor, con vientos de 100 metros por segundo de velocidad.
Por debajo de ellas, hay nubes de agua y complejos efectos atmosféricos que aún estamos a la espera de que sean aclarados por Juno. Llegando a la capa de hidrógeno fluido, aún seguimos sin poder hacer ‘pie’ en Júpiter. Pero por debajo, se cree que Júpiter puede tener un núcleo rocoso, tal vez algo similar a los planetas terrestres.
Júpiter tiene la mayor parte de la masa planetaria del Sistema Solar, y todos los otros planetas podrían caber perfectamente en su interior.