Si eres un asiduo a la información por internet, las últimas semanas habrás leído algo sobre que Hitler tenía un miembro muy pequeño y deforme. Sin embargo, ahora se sabe que han sido unas conclusiones prematuras, según el autor del libro que desencadenó la noticia.
El bombazo sobre que el dictador alemán sufría de un pene minúsculo surgió por la publicación de un libro el pasado año, «Último día de Hitler: Minuto a Minuto», escrito por los historiadores Jonathan Mayo y Emma Craigie. En él, se puede leer que Hitler pudo haber tenido «dos formas de anomalía genital: un testículo no descendido y una rara afección llamada hipospadias, que ocurre cuando la uretra se abre en la cara inferior del pene».
Recientemente, esta información recibió una enorme cantidad de atención. Sin embargo, la señora Craigie pidió cautela en un correo enviado a The Independent: «cualquier sugerencia de que tenía un micro-pene y que sufría de hipospadias era tan sólo una probabilidad, ya que ella no había visto ninguna evidencia que sugiriese algo más que sufría de esto último», escribió Caroline Mortimer para el diario inglés.
Incluso la supuesta hipospadia es tan sólo una posibilidad: otros muchos informes descartan esta afección. Para obtener más información, vamos a profundizar en qué hay detrás de ella.
La hipospadia no es tan extraña. Además, normalmente no es algo que sea muy visual: la abertura urinaria tiene por qué ser en la parte superior, sino que se puede encontrar en cualquier lugar de su recorrido (aunque sí es cierto que suele encontrarse cerca de la cabeza del pene). Algunos de los síntomas son un testículo no descendido, problemas para orinas y, en menor medida, tener el miembro ligeramente curvado.
Para la mayoría de los casos, se requiere cirugía para tratarlo. Esto ocurre, normalmente, entre la edad de 3 y 18 meses de edad.
