8 alimentos que no son lo que piensas
No hay nada como un plato de pasta fresca cubierto de virutas de madera, con aroma a productos derivado del petróleo, y un crujiente pan que ha sido bañado en aceite de soja y coloreado artificialmente, ¿verdad?
Puede que no te haya parecido demasiado apetitoso, pero es muy probable que lo hayas comido alguna vez. Para descubrir qué alimentos tienen ingredientes que no te imaginas, te dejamos una lista de 12 alimentos que no son lo que te imaginas y que harán que la próxima vez que vayas a la compra eches un vistazo a la lista de ingredientes.
1. Queso parmesano rallado
La celulosa, a partir de pulpa de madera, es un aditivo alimentario seguro cuando se usa como agente anti-grumos, aceptables a niveles entre el 2 y el 4%. Sin embargo, Bloomberg News ha encontrado recientemente que múltiples marcas que aseguran un «100% de queso parmesano» tenían entre 7,8 y 8,8% de celulosa.
Además de dicho aditivo, el parmesano rallado se mezcla también con quesos más barados como la mozzarella o el cheddar.
2. Miel.
Según una investigación realizada por la revista Journal of Food Science, la miel ocupa el 7% de los causes de fraude en alimentos. En 2013 se descubrió la adulteración, sobre todo, de la miel china: se mezclaba con algunos edulcorantes, antibióticos y pesticidas.
3. Trufas.
Si has tomado algún plato con aceite de trufa, es muy probable que llevara de todo, menos el producto principal; la mayor parte la ocupa un compuesto llamado 2,4-dithiapentane.
Una comida hecha con trufas reales puede llegar a costar unos 85€, y una botella de aceite e trufa puede ser aún más cara. De hecho, el sabor que se ha llegado a asociar con las trufas es debido al compuesto químico que hemos mencionado anteriormente, y se dice que el sabor auténtico tiene notas más de «tierra» y «sutiles».
4. Azafrán.
Con un precio de 3.000€ el kilo, el azafrán es una de las especies más caras del mundo. Cuando florece la flor Crocus sativus durante unas semanas al año, se cosechan para crear la sal; se necesitan unas 70.000 flores para hacer, tan sólo, medio kilo de azafrán. Así que no es de extrañar que la mayoría de azafrán del mercado esté adulterado.
Normalmente se utiliza seda de maíz teñida, flores de cártamo, fibras de remolacha, o incluso trozos de papel que se hace pasar de azafrán, mientras que el azafrán molido a menudo se mezcla con cúrcuma o pimentón. Hace poco que la Unión Europea descubrió que el azafrán español era en realidad iraní.
5. Wasabi.
El condimento verde que acompaña al sushi es, generalmente, una mezcla de rábano picante, mostaza y colorante alimenticio. La materia verdadera, hecha de la raíz de la planta de wasabi, se extrae en los lechos de los ríos, debe ser rallada al momento y pierde su sabor hierbal en tan sólo 15 minutos.
Se estima que sólo el 5% de wasabi servido en los restaurantes japoneses de todo el mundo contiene la raíz del Wasabia japonica.
6. Caviar.
El caviar tradicional son las huevas de esturión, que se encuentran en las desembocaduras de los ríos en el Mar Caspio y en el Mar Negro. Debido a la sobreexplotación y la contaminación, el caviar auténtico es extraño de encontrar, y ha convertido al esturión en una especie en peligro de extinción.
Así pues, muchas personas han recurrido a los sucedáneos: huevas de pez hoja, amia, salmón, liebre de mar o el esturión blanco.
7. Chocolate blanco.
Los expertos en chocolate a menudo afirman que el blanco no es técnicamente chocolate, ya que no contiene granos de cacao. En su lugar, el chocolate blanco es una mezcla de manteca de cacao (derivado de licor de chocolate), azúcar, vainilla, productos lácteos y lecitina, un emulsionante graso.
8. Pringles.
Al fin, según la Corte Suprema de Gran Bretaña, las Pringles son consideradas «patatas fritas». Sin embargo, en 2008 se descartó por muchos estamentos que fuera en realidad una patata, si no que era un «snack», puesto que el porcentaje de patata era inferior al 50%.
De todas formas, ¿qué compone las Pringles? Es una mezcla de copos de arroz, maíz y patata que se presiona, se corta y luego se moldea. A continuación, se fríen, se secan, y les ponen el sabor que decida la compañía.