Remedios científicos para la resaca
El Alcohol Hangover Research Group (o Grupo de Investigación de la Resaca por Alcohol), afirma que uno de los grandes culpables de la resaca es el elevado contenido de azúcar en la sangre.
Por lo visto, consumir etanol junto a la fructosa de los refrescos (un tipo de azúcar) consigue elevar los niveles de lactato, lo que empeora nuestra resaca. Por tanto, debemos prestar atención a la mezcla que usemos. Aunque suene ilógico, mezclar la bebida con un refresco puede llegar a ser peor que consumir un chupito.
Según los estudios del mismo grupo de investigación, el AHRG, la resaca funcionaría como un tipo de respuesta inflamatoria y va acompañada de elevados niveles de citocina, una proteína moduladora del sistema inmune. Lo curioso es que si se inyecta este tipo de molécula de forma artificial, el individuo puede sufrir náuseas, malestar intestinal, dolor de cabeza o cansancio.
Efectivamente, todos esos síntomas son los que sentimos durante una resaca. Y no solo eso, sino que esa misma citocina podría ser responsable de interferir en la formación de la memoria, causando las lagunas amnésicas tras una larga noche de borrachera. Por ello, tomar antiinflamatorios antes de acostarnos tras una fiesta puede evitar la resaca, ya que evitan la acción de la citocina.
Hovenia es una hierba usada tradicionalmente en el país asiático desde hace 500 años para combatir los efectos del alcohol. Tras purificarla se extrae ampelopsina, un flavonoide también conocido como dihidromiricetina.
Actualmente, este flavonoide se comercializa en pastilla con el nombre de Blucetin, y ha demostrado contrarrestar los efectos de la resaca aunque es muy complicado encontrarla.
El Dr. David Nutt, director de la Unidad de Neuropsicofarmacología en la División de Ciencias del Cerebro, está investigando un producto químico una pastilla que sustituiría completamente al alcohol, dando lugar a los mismos efectos embriagadores y desinhibitorios, pero sin dejarnos hechos una piltrafa al día siguiente. Pero por el momento, el “alcohol en pastilla”, pero sin resaca, aún necesita mucha investigación para llegar a buen puerto.