Yuanyang y sus magníficos bancales de arroz
Las terrazas de Yuanyang, en el sur de la China, son una de las más espectaculares creaciones humanas, pues a lo largo de siglos, en un laborioso y continuo trabajo, la etnia Hani ha ido modificando las laderas de las montañas entre las que se encuentran sus aldeas para permitir el cultivo del arroz, que necesita superficies planas, dando lugar a un sorprendente paisaje que no deja indiferente a nadie.
Desde que se asentaron en estas montañas, los hani tuvieron que luchar contra la abrupta orografía para hacer hueco al cultivo de su alimento base. Y se pusieron a abancalar las laderas para construir terreno cultivable, creando un paisaje irreal, un mosaico de color: el verde de la vegetación, el rojo de las plantas acuáticas y el azul del cielo reflejado en el agua (en octubre y marzo las terrazas están inundadas de agua). En otoño la tenue luz del alba forma cientos de espejos de colores en los bancales mientras el sol se instala sobre las montañas.
Para los Hani, todos los objetos y seres de la Naturaleza están animados por un espíritu.
En Abril cuando el arroz empieza a crecer predomina el color verde conferido por los brotes de las plantas de arroz que saludan al sol primaveral. Luego en verano las plantas de arroz, a medida que van madurando, van adquierendo diferentes colores.
Mil trescientos años de labor paciente como hormiguitas dio como resultado unas 24000 hectáreas de terrazas sinuosas e irregulares, que tapizan hoy las laderas de las montañas Ailao. Los Hani en general conservan con celo sus tradiciones, rindiendo culto a la Naturaleza en sus diversas manifestaciones, especialmente al Dragón, protector de la aldea y de los cultivos, a los árboles y a las montañas. Para ellos todos los objetos y seres de la Naturaleza están animados por un espíritu.
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