La situación del servicio postal de Estados Unidos no puede ser más desastrosa; han
perdido cinco millones de dólares en el último año y es su séptimo año consecutivo en números rojos. Así que para solucionar estas cifras han lanzado una serie de sellos con imágenes de las películas de Harry Potter.
El objetivo es atraer a las jóvenes generaciones a la vieja usanza del correo tradicional y animar a la colección filatélica. Pero esta nueva tendencia no ha gustado a todo el mundo. Al grito de «Harry Potter no es americano. Es extranjero y tan descaradamente comercial que rebasa todos los límites”, el antiguo presidente antiguo presidente de la Sociedad Filatélica de EE.UU, John Hotchner, mostró su descontento.
«Diseñar sellos con la esperanza de lograr usuarios jóvenes o incentivar jóvenes coleccionistas es una pérdida de tiempo y dinero”, es uno de los comentarios que se han escuchado estos días en EEUU.
Otros tildan de hipócritas a los que defienden la colección filatélica estadounidense. “Puedes comprar un Toyota hecho en Tennessee o un Ford hecho en México. Los libros de Harry Potter pueden tener autor y personajes británicos, pero las películas vinieron de Warner Brothers, con un coguionista estadounidense”.
Ante la controversia que se generó, el Servicio Postal estadounidense emitió un comunicado diciendo que aunque entendía la postura de la tradición filátelica porque «tienden a ver los sellos como obras de arte y pequeños trozos de la historia de América”, esperan que «los sellos de Harry Potter, y otros sellos con temática juvenil, despierten interés en hacer colecciones de sellos entre las generaciones más jóvenes«.
