Una fotógrafa compara rostros con 60 años de diferencia
Al envejecer gradualmente, los cambios que se producen a diario son muy sutiles. Sin embargo, durante periodo de tiempos más largos, esas arrugas menores y el cabello canoso se vuelven mucho más notorios. Para mostrar los efectos del tiempo y del envejecimiento en las personas, la fotógrafa londinense Ana Olveira desarrolló dos proyectos, titulados Identities (Identidades) e Identities II (Identidades 2).
Ella hizo que los participantes ofrecieran un retrato del pasado y luego recreó las tomas en la actualidad para imitar los poses y atuendos. Para algunas personas, la diferencia de tiempo entre la primera y la segunda fotografía abarca hasta los 60 años.
Los resultados finales son una combinación de dos fotografías, un recordatorio visual de las progresiones de la vida y el envejecimiento. Aunque los retratos son de las mismas personas, es sorprendente ver cómo las pruebas del tiempo pueden cambiar los aspectos físicos. Aunque cambia por fuera, es bueno recordar que incluso cuando disminuimos la velocidad con la edad, todavía tenemos los mismos espíritus jóvenes y animados en el interior.