Un sacerdote católico salvó a Hitler de morir ahogado cuando era un niño
En enero de 1894, cuando era apenas un niño, Hitler estaba jugando a los vaqueros a orillas del río Inn, cuando resbaló y cayó al agua. Sin duda hubiera muerto ahogado, de no ser por un jóven que saltó al agua para sacarlo. Su rescatador se llamaba Kuehberger, y más tarde se convirtió en sacerdote católico.