Un equipo de buceadores descubre un tesoro en el fondo del mar
Hace dos semanas un equipo de buceadores halló bajo el mar, en la costa norte-central de Israel, más de 2000 monedas de oro. Según los arqueólogos, este descubrimiento sin precedentes podría ser el mayor tesoro jamás encontrado en el Mediterráneo oriental. Las piezas han sido identificadas como dinares, la moneda oficial del califato fatimí, el sistema de gobierno que rigió en el Norte de África desde el año 909 hasta 1171.
El sorprendente hallazgo ocurrió por casualidad, cuando seis miembros de un club de buceo se sumergieron para observar qué había cambiado en el lecho marino tras las grandes tormentas que se habían producido durante el invierno. Mientras algunos sacaban fotos de un pulpo, uno de ellos, Zvika Fayer, se topó con unas piezas doradas. En un principio pensó que se trataba del envoltorio de monedas de chocolate, pero al remover la arena descubrió que eran monedas de oro.
“Cuando planeábamos volver y los otros sacaban fotos, Zvika me señaló que había encontrado algo”, señala Kobi Twina, uno de los miembros de la expedición. “Le vi con algo dorado en la mano. Miré abajo y vi que había más, muchas más. Y eran demasiado duras, no podían ser de chocolate. Eran de verdad. Metimos las manos en la arena y de repente todo estaba envuelto en oro”.
Pese a haber estado bajo el mar durante más de 1.000 años, las monedas están en un excelente estado de conservación, hasta el punto que no ha sido necesario limpiarlas para exhibirlas. La mayoría llevan insignias de varios lugares del reino Fatimí, la mayor parte pertenecientes al Califa Al-Hakim, que gobernó entre el año 996 y el 1021, y a su hijo, Al-Zahir (1021-1036). Algunas de ellas tienen marcas de dientes, lo que evidencia que sus dueños o comerciantes acostumbraban a morderlas para comprobar si eran verdaderas.
Ahora, los investigadores deben averiguar por qué había tal cantidad de monedas en el fondo del mar tan lejos de la costa. Según La Autoridad Israelí de Antigüedades (AIA) las monedas podrían proceder de un barco hundido mientras llevaba el dinero de las recaudaciones de impuestos hacia a el Cairo (Egipto). También manejan la hipótesis de que las monedas podrían pertenecer a un buque mercante, que podría haber naufragado mientras comerciaba entre distintas ciudades de la costa mediterránea.
La moneda más antigua corresponde a un cuarto de dinar acuñado en Palermo (Sicilia) en la segunda mitad del siglo IX, mientras que la más moderna data del 1036, fecha que ha llevado a los arqueólogos a concluir que el barco pudo hundirse en ese periodo.
Las expediciones continuarán buscando en la zona con la esperanza de hallar más evidencias acerca de la procedencia de este tesoro.