Un emperador cegó al 99% de 15.000 soldados prisioneros
La Batalla de Kleidion ocurrió en el año 1014, entre el Imperio búlgaro y el Imperio bizantino. Esta fue la culminación del conflicto de casi medio siglo entre el emperador búlgaro Samuil I y el emperador bizantino Basilio II. Samuil decidió detener a Basilio antes de que pudiera invadir todo el territorio búlgaro. Dado que los bizantinos utilizaban generalmente el valle del río Strumitsa para sus invasiones en Bulgaria, Samuil construyó una muralla gruesa de madera en los desfiladeros de todo el pueblo de Kleidon para impedir el camino del enemigo.
Pese a que el ejército bizantino sufrió grandes pérdidas en la batalla, éstos derrotaron al ejército búlgaro y capturaron a unos 15.000 soldados. Basilio II envió de inmediato fuerzas bajo su comandante favorito Botaniates a perseguir a los búlgaros sobrevivientes, pero el comandante fue derrotado en una ingeniosa emboscada y asesinado. Como venganza, Basilio II ordenó que los soldados búlgaros capturados fueran cegados y que uno de cada 100 hombres se quedara con un solo ojo con el fin de llevar al resto a casa.
Cuando Samuil de Bulgaria, vio llegar a su ejército vencido y ciego, la escena le afectó tan fuertemente que sufrió un ataque cardíaco, muriendo dos días después, el 15 de octubre de 1014.