Tuvieron un segundo hijo y deberán pagar 205.000 dólares de multa
Quería tener un hijo más y no lo dudaron. Cuando ella quedó embarazada siguieron adelante a pesar de que las leyes de su país no se lo permiten. Y por eso, ahora deberán pagar. Una pareja china que cumplió el sueño de darle un hermanito a su primogénito, pero que incumplió la política oficial del «hijo único», deberá desembolsar 205.000 dólares, la mayor multa impuesta por las autoridades de la ciudad de Ruian.
Según informaron hoy medios locales, la elevada cifra a pagar por los padres, cuyas identidades no han sido reveladas, resulta de multiplicar en un abanico de cuatro a ocho veces sus ingresos anuales, como estipula la legislación en esa ciudad de la prefectura de Wenzhou, donde viven muchas familias adineradas.
En Ruian, de hecho, se han registrado las máximas multas fijadas hasta ahora, según las autoridades locales, flexibles a la hora de planificar con las familias el pago de las multas, indican las mismas fuentes. Casi la mitad de los matrimonios de Wenzhou tienen dos hijos y más de una docena fueron penalizados con más de 156.825 dólares. La multa más elevada hasta la fecha fue impuesta en abril pasado también a unos padres de Ruian y se elevaba a 196.032 dólares.
Los progenitores que deberán pagar la nueva cifra récord habían tenido su primer hijo varón en 1995 y en febrero pasado tuvieron una hija, a pesar de no ajustarse a las escasas excepciones que permite la ley. Entre los requisitos que impone la legislación para permitir un segundo hijo figuran que ambos cónyuges sean hijos únicos, que residan en zonas rurales si el primer vástago fue mujer o que el primer descendiente sufra una enfermedad no hereditaria. La política del «hijo único» se instauró en 1979 para frenar la superpoblación en China y, según las estadísticas gubernamentales, ha logrado reducir el crecimiento demográfico anual de 1,35 millones en 1980 a 630.000 en la actualidad. En los últimos años se ha debatido la posibilidad de relajar la política para hacer frente al problema del envejecimiento de la población. Pero por ahora la político del «hijo único» se mantiene firme y costosa