¿Qué pasaría si bebieras el agua contaminada de Rio de Janeiro?
Las semanas previas a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro han sido especialmente turbulentas, con el temor al virus Zika, los escándalos de dopaje, la inestabilidad política del país, los altos niveles de criminalidad, el peligro de que las infraestructuras no lleguen a tiempo, y el reciente debate sobre la salubridad del agua de la ciudad. Titulares de todo el mundo así lo han transmitido, informando que «sólo tres cucharaditas de agua» serían suficiente para hacer que incluso el más sano de los atletas enfermase.
Pero, realmente, ¿cuál es el riesgo y cuán enfermo podrías ponerte si bebieras dichas aguas? ¿Una erupción cutánea, un dolor de garganta, una enfermedad tropical que deshace la carne…?
Los temores fueron impulsados tras que la Associated Press (AP) publicase un estudio de 16 meses de duración de los cursos de agua de Río de Janeiro, donde muchos atletas olímpicos estarán compitiendo. Junto con los atletas, también parece que las aguas del mar podría afectar a miles de turistas que se esperan en las playas de la ciudad.
Una de las zonas más peligrosas es la laguna Rodrigo de Freitas, donde tendrán lugar las pruebas de remo y vela, según el informe. Una muestra tomada allí datada de marzo del año pasado encontró 1,73 millones de adenovirus por litro de agua; para ponerlo en perspectiva, en California está considerada un «agua peligrosa» cuando se encuentran miles por litro.
Los adenovirus son un amplio grupo de virus que pueden ser responsables de la gastroenteritis, conjuntivitis, enfermedades respiratorias, cistitis y erupciones de la piel. Aunque estas enfermedades pueden ser molestas a corto plazo, hay pocos informes que puedan dar lugar a entender que un adulto sano pueda morir por una infección de adenovirus.
La mayoría de las infecciones pueden solucionarse en cuestión de días o semanas. Sin embargo, algunos estudios han señalado que, en algunos casos, una infección por adenovirus puede causar inflamación cerebral a largo plazo en ratas. Pero lo más probable es que, en nuestra vida, hayamos combatido contra el adenovirus sin habernos enterado, y nuestro sistema inmunológico ya esté preparado para luchar contra él sin que te afecte más que estar un par de días en la cama.
Por desgracia, hay otros patógenos en las aguas residuales que, por desgracia, sí podrían causar daño grave. Entre estos se incluye el cólera, la disentería, la hepatitis A o el tifus, todos los cuales pueden ser potencialmente mortales, independientemente de la salud del individuo. También, se encontraron altos niveles de bacterias coliformes, que se encuentran en las heces de los animales de sangre caliente.