¿Qué es la maldición de Ondina?
Ondina era una ninfa del agua de la mitología germánica y, como todas, inmortal. Pero la inmortalidad, se acabó cuando se enamoró de un hombre mortal, Sir Lawrence, y tuvo un hijo con él. Esto le hizo perder la condición de inmortal.
Cuando se casaron, Sir Lawrence pronunció las siguientes palabras: “Que cada aliento que dé mientras estoy despierto sea mi compromiso de amor y fidelidad hacia ti”.
Tras dar a luz, Ondina comenzó a envejecer a pasos agigantados y su marido empezó a perder el interés por ella, que pasó de una bella mujer a una arrugada anciana.
Pasados unos días, Ondina encontró mientras paseaba por los establos, a su marido en los brazos de otra mujer, y lo maldijo: “Me juraste fidelidad por cada aliento que dieras mientras estuvieras despierto y acepté tu promesa. Así sea. Mientras te mantengas despierto, podrás respirar, pero si alguna vez llegas a dormirte, ¡Te quedarás sin aliento y morirás!”.
Desde ese momento, Ondina condenó a su marido a estar despierto para siempre. Actualmente, la Maldición de Ondina se emplea para referirse a aquellas personas que no pueden dormir porque supone un riesgo de muerte. Esto puede ser porque al dormir dejan de respirar o porque la respiración se vuelve mucho más débil.