Pagan 1,5 millones de dólares por una medalla de oro de Jesse Owens
Con los tiempos que corren parece una locura pensar que alguien pueda pagar una millonada por una medalla, aunque para los amantes de lo exclusivo no hay límites.
Una de las cuatro medallas de oro conseguidas por el estadounidense Jesse Owens en los Juegos Olímpicos de Berlín (1936) ha sido subastada por casi un millón y medio de dólares (1,1 millones de euros), el doble del anterior récord obtenido por un galardón de este tipo.
Ya en abril se subastó por 865.000 dólares la copa de plata ganada por el vencedor del primer maratón olímpico de la época moderna celebrado en 1896. Pero aún así, estas astronómicas cifras no dejan de sorprender.
La medalla de Jesse Owens ha sido vendida por SCP Auctions en nombre de Elaine Plaines-Robinson, esposa del también ya fallecido actor Bill “Bojangles” Robinson, amigo íntimo de Owen y cuyo deseo se ha podido hacer realidad 33 años después de su muerte.
Owens se convirtió en una de las primeras súper estrellas del atletismo al obtener cuatro medallas de oro en los Juegos de Berlín en los 100 y 200 metros, longitud y 4×100 lisos, con el canciller Adolf Hitler presenciando las finales intentando mostrar al mundo la renaciente Alemania. Si bien es cierto que no se ha podido identificar qué medalla se ha subastado ya que en aquella época no iban marcadas.
«Es un honor poder disponer de uno de los objetos deportivos más inspiradores jamás ofrecido en una subasta», confesaba David Kohler, presidente del SCP. «La atención mundial que ha tenido la subasta de la medalla de Jesse Owens demuestra que su legado y mensaje continúan vivos», señalaba.
Jesse Owens (Oakville 12 de septiembre de 1913 – Tucson 31 de marzo de 1980) de origen afroamericano pronto destacó como una promesa del atletismo gracias al empeño de su entrenador Charles Riley quien le introdujo en este mundo. Saltó a la fama gracias a su exhibición en los Juegos Olímpicos de Berlín donde consiguió cuatro medallas de oro. Tras su éxito tuvo más dificultades para mantenerse en la élite y acabó siendo relaciones públicas en Chicago.