¿Cuál es el origen etimológico de la palabra asesino?
La palabra «asesino» tiene muchos posibles orígenes etimológicos, ya que según este extracto de uno de los tomos del diccionario de la RAE se sabe que:
asesino, na. Del ár. ḥaššāšīn 'adictos al cáñamo indio'.
Pero otros autores, como Amin Maalouf en su novela Samarcande, señalan otro origen etimológico de la palabra:
“Según los textos que nos han llegado de Alamut, a Hassan le agradaba llamar a sus adeptos Asasiyun, «los que son fieles al Asás», al «Fundamento» de la fe, y fue esa palabra, mal comprendida por los viajeros extranjeros, la que parecía tener efluvios de haxix.”
Como sea, ambas fuentes etimológicas nos guían por el mismo rumbo hasta un relato fascinante rebosante de etimologías interesantes y seres semi-legendarios: nos adentramos en el relato de los Asesinos del Viejo de la Montaña.
Oriente Medio en el siglo XI
El estado político de Oriente Medio en el tiempo de las Cruzadas puede sintetizarse en el siguiente mapamundi:
El Imperio Selyúcida es la zona que se encuentra marcada de color anaranjado.
Si te preguntas: Pero ¿qué civilización es la de los selyúcidas? Eran los seguidores de Selyuq. Y si te preguntas ¿Quién es ese? Pues es de lo que hablaremos ahora.
Alrededor del siglo X, los turcos selyúcidas pasan a formar parte de la religión del Islam Sunni, y dirigen un gran número de invasiones en Persia. Es importante saber que esta civilización no vivía en Turquía, sino en la parte norte del mar de Aral.
Como sucede en dichas ocasiones, los conquistadores se apropiaron no solo de parte de las tierras persas, sino de sus costumbres. En estas conquistas, un muembro de la tercer generación de Selyq: su nieto Togrul se apoderó de las tierras de Bagdad en el año 1055 en donde se le asignó el titulo de Sultán y Rey de poniente y occidente. ¡Impresionante!
Esta personalidad más adelante seria conocida como «el viejo de la montaña».
Vamos muy bien, pero ¿dónde está la sustancia alucinógena, o la maría? Se supone que el significado etimológico de esta palabra proviene del hecho de que había personas que fumaban “cáñamo indio”.
Pues bien, de esta mezcla de culturas viene la primer parte de la etimología. La segunda viene de las Cruzadas:
Las cruzadas
Los nizaríes, eran una cultura musulmana, muy cercana a este imperio, que acostumbraba “plantar” grupos de asesinos en pequeños poblados de manera que no fuesen detectados: sus sicarios (del latín sica, daga o espada corta que se esconde entre los ropajes) se mimetizaban con el entorno y las zonas en donde vivía la víctima (su ciudad, su cultura, su idioma) y llegado el momento, le asesinaban.
En la mayor parte de los casos, el asesinato sucedía a la entrada o la salida de la mezquita en medio de la celebración de oraciones de los días viernes, en donde todo el mundo podía ver lo sucedido sin perderse ni un detalle.
En cuanto los testigos veían este acto tan terrible, se lanzaban sobre el asesino para quitarle la vida de la misma manera, quien en vez de luchar se quedaba inmóvil y se dejaba matar. Es debido a este comportamiento tan antinatural de los sicarios, que parecían aceptar la muerte sin mostrar ninguna emoción, que se decía de manera despectiva, que su sumisión era producto del consumo del cáñamo indio. De allí viene la idea de que el asesino fumaba sustancias alucinógenas.
Otra teoría, que parece más bien de leyenda, de la época de Rashid ad-Din Sinan, era que los posibles candidatos a asesinos se les escogía de entre las capas más bajas de la sociedad. Eran drogados y llevados a un palacio, donde se les otorgaba todo tipo de comodidades (el Paraíso). Finalmente eran regresados a sus lugares de origen, con la tarea de asesinar a un objetivo de alto perfil en particular. Si el asesino triunfaba en su cometido y moría en la misión, volvería al Paraíso.