La tumba milenaria de los decapitados
En la antigüedad, los cráneos humanos ejercieron una fascinación que aún perdura en muchas culturas. De vez en cuando, los arqueólogos se tropiezan con sorprendentes vestigios relacionados con este tema. Por ejemplo, la tumba milenaria de los decapitados.
¿Cuándo ocurrió? Durante las excavaciones del antiguo asentamiento de Honghe. Este existió en el noreste de China en la segunda mitad del V milenio a.C. Allí los arqueólogos encontraron 14 enterramientos. Había 68 esqueletos, 41 de los cuales estaban decapitados, con todos los huesos pertenecientes a mujeres y niños.
Cráneos solos
Además, otra fosa sepulcral contenía cuatro cráneos de hombres adultos. Tal vez llegaron al territorio del asentamiento en forma de trofeos de enemigos derrotados. Lo informa el artículo publicado en Archaeological and Anthropological Sciences.
El informe destaca que los restos de 33 personas —32 de las cuales estaban sin cabeza— fueron hallados dentro solo de dos viviendas. La mayoría de los cuerpos estaban enterrados en posición extendida sobre la espalda. Había algo más, cerca de los restos de una de las casas. Era una fosa que contenía cuatro cráneos de varones adultos sin ningún otro hueso.
Conforme al estudio, las 25 personas decapitadas también conservaban las vértebras cervicales. En cinco casos, fueron observados cortes en ellas sin signos de cicatrización. Es prueba de que «fueron infligidos poco antes o poco después de la muerte». Por otra parte, los científicos no hallaron otras heridas. Tampoco lesiones antemortem evidentes en los demás huesos del esqueleto postcraneal de todos los individuos estudiados.
Abrupto final
Los arqueólogos sugieren que el asentamiento de Honghe fue el hogar de una comunidad de pescadores, cazadores y agricultores. Competían por los recursos y se enfrentaban a otros grupos de la región. Tras esas escaramuzas prehistóricas, los de Honghe regresaban a veces con trofeos. ¿Cuáles? Las cabezas de los enemigos decapitados tras la muerte, como demuestran cuatro cráneos masculinos.
Sin embargo, al parecer, algo sucedió cuando los hombres adultos estaban lejos del asentamiento. Otro grupo lo atacó, mató a muchas de las mujeres y niños que quedaban y se llevó sus cabezas. Al regresar, los hombres enterraron a las víctimas de esta masacre. Y luego abandonaron el asentamiento para siempre, explican los exploradores. Solo quedó allí la tumba milenaria de los decapitados.