Es la prueba de que los humanos seguimos evolucionando. La pista está en la península central de Sulawesi, en Indonesia. La vida de sus habitantes, la tribu Bajau, está íntimamente ligada a la pesca y los humedales. En ellos capturan la mayor parte de sus presas. Pueden pasar más tiempo bajo el agua que en superficie. Hasta un 60 % de la jornada diaria. La tribu que bucea como peces evoluciona hasta hoy.
Para adentrarse en las profundidades, se lastran con piedras. Descienden más de 60 metros. Lo más asombroso es su capacidad de aguantar la respiración. Resisten más de 10 minutos antes de volver a salir a la superficie. Los investigadores quieren desentrañar los secretos genéticos para mantener la apnea durante períodos notables.
Unidos al agua
Los bajau tienen una conexión íntima con el medio acuático. Se adaptaron adaptarse así al acceso limitado de oxígeno durante largos períodos de buceo. La investigadora Melissa Ilardo, de la Universidad de Copenhague, los estudió en detalle.
El bazo es un órgano que forma parte del sistema linfático. Desempeña un papel vital en la respuesta del cuerpo al buceo prolongado. Durante la inmersión, los mamíferos presentan el llamado reflejo de inmersión. Este reduce la frecuencia cardíaca, contrae los vasos sanguíneos en las extremidades y contrae el bazo.
Esta contracción del bazo libera glóbulos rojos al torrente sanguíneo y aumenta el contenido de oxígeno en la sangre. Resulta que, en los bajau, el bazo es aproximadamente un 50% más grande que lo usual. La adaptación fisiológica excepcional de los bajau se revela a través de los hallazgos genéticos. Sus genes están condicionados para favorecer la actividad de la apnea.
Adaptándose
Por ejemplo, los habitantes de la tribu que bucea como peces tienen desarrollado un receptor de bradiquinina, un péptido asociado con la vasodilatación. Está relacionado con el reflejo de inmersión. Estos descubrimientos respaldan la noción de que la tolerancia a la hipoxia en los bajau tiene una base genética.
La adaptación al estilo de vida de buceo de apnea ha moldeado la expresión de estos genes. Brinda una oportunidad única para estudiar la adaptación humana a la tolerancia a la hipoxia. La influencia de mutaciones asociadas a los genes de los bajau contribuye a sus notables habilidades submarinas. Y nos da una perspectiva valiosa para comprender cómo actúa la evolución humana en entornos extremos.
