La primera proteína de origen no terrestre
Hallada en un meteorito
Las proteínas se consideran elementos esenciales para el desarrollo de los seres vivos. Y una teoría sobre el origen de la vida dice que fue extraterrestre. Por lo tanto, encontrar una proteína en un meteorito refuerza esa teoría. Tal vez sí llegó a la Tierra desde otro lugar del espacio. Eso se piensa, ahora que se halló la primera proteína de origen no terrestre.
Investigadores de Harvard, en colaboración con otros de Plex Corporation y Bruker Scientific LLC, afirman haberla hallado. En investigaciones anteriores, se encontraron materiales orgánicos, azúcares y algunas otras moléculas. Todas consideradas precursoras de aminoácidos. Fueron halladas tanto en meteoritos como en cometas. También se han encontrado aminoácidos completamente formados en cometas y meteoritos.
Nunca antes halladas
Pero hasta ahora, no se habían encontrado proteínas dentro de un objeto extraterrestre. El nuevo estudio se publicó en arXiv. Los investigadores aportan evidencias del descubrimiento de una proteína llamada hemolitina dentro del meteorito Acfer 086. Este se encontró en Argelia en 1990.
La proteína de hemolitina encontrada por los investigadores era pequeña. Estaba compuesta principalmente de glicina y aminoácidos. También tenía átomos de oxígeno, litio y hierro en sus extremos, una disposición nunca antes vista. El documento del equipo aún no ha sido revisado por pares. Pero de confirmarse los hallazgos, su descubrimiento agregará otra pieza al rompecabezas que rodea el desarrollo de la vida en la Tierra.
Los químicos consideran que las proteínas son bastante complejas. Eso implica que muchas cosas tendrían que suceder por casualidad para la formación de proteínas. Para que la hemolitina se haya formado naturalmente en la configuración encontrada, se requeriría que la glicina se formara primero. Tal vez en la superficie de los granos de polvo espacial. Así pudo iniciarse el proceso de la primera proteína de origen no terrestre.
Creando vida
Después de eso, el calor por medio de nubes moleculares podría haber inducido a unidades de glicina a comenzar a unirse en cadenas de polímeros. Estas, en algún momento, podrían evolucionar en proteínas completamente formadas, informa Science X Network.
Los investigadores señalan que las agrupaciones de átomos en las puntas de la proteína forman un óxido de hierro que se ha visto en investigaciones anteriores para absorber fotones. Y ese es un medio para dividir el agua en oxígeno e hidrógeno. Se produciría así una fuente de energía que también sería necesaria para desarrollo de la vida.
Y quién sabe si fue eso, precisamente, lo que encendió la chispa de la vida. Hace millones de años.