La misteriosa carrera de montaña
En el condado de Wartburg, Tennesse, tiene lugar desde 1985 una de las carreras de resistencia más duras del planeta, y también, una de las más misteriosas.
En esta carrera no hay sitio web para inscribirse, la fecha no está publicada, ni siquiera se explica cómo entrar. “Todo lo que sea fuente de estrés para los competidores es bueno”, según explica Gary Cantrell, director y creador de la misma.
Se hace llamar “Maratón Barkley”, y apenas 12 personas han conseguido finalizarlo en sus más de dos décadas de existencia.
La idea surgió en 1985 cuando Cantrell supo que James Earl Ray, asesino de Martin Luther King Jr., escapó de la prisión estatal de Brushy Mountain atravesando 8 millas (12,9 km) en 54 horas antes de ser encontrado agotado, hambriento y al borde la hipotermia. Gary Cantrell, corredor habitual, ha querido recrear esta extrema experiencia.
Los 35 participantes esperan en tiendas de campaña sin saber con exactitud cuándo será el pistoletazo de salida: en algún momento entre las 11 de la noche y las 11 de la mañana.
Tienen por delante 60 horas de carrera para superar las 130 millas (209 kilómetros) del recorrido cuyo desnivel es de 60.000 pies (18.288 metros), es decir, como si ascendieran dos veces al Everest desde el nivel del mar. Deberán correr, escalar y luchar contra la vegetación en un circuito desconocido ya que los competidores sólo reciben unas instrucciones a la salida pero no disponen de señalización, GPS, teléfono móvil, ni siquiera de avituallamientos, y por una zona cuyas temperaturas descienden casi hasta congelarte por la noche y ascienden rápidamente por el día.
“El Barkley es un problema”, afirma Cantrell. “Todas las otras grandes carreras están hechas para que triunfes. El Barkley está hecho para que falles.”
Las carreras de alta resistencia (ultrarunning) han crecido en popularidad desde hace años, con cuotas superiores incluso a los mil dólares. Sin embargo, entrar al Barkley cuesta $1.60. Los posibles participantes deben enviar un ensayo al correo electrónico de Cantrell donde expliquen sus razones para ser admitidos. Si no lo son, recibirán una carta de condolencia. Si consiguen participar no serán avisados en el momento, la respuesta se hará esperar, en algún momento recibirán un mensaje similar a “prepárate para los problemas”.
Esta carrera tal y como afirman algunos de sus participantes es un desafío para el ser humano.