La explicación de la expresión «Salvarse por los pelos»
Concretamente proviene del ámbito marinero. Esta locución, que determina que se ha evitado una situación complicada por muy poco o alguien se ha librado de algún daño en el último momento, tiene un origen ciertamente curioso.
En tiempos pasados, para enrolarse en un navío no era preceptivo saber nadar, fuera cual fuese el cargo. Y, entre la tripulación, era habitual recomendar a los novatos que se hundían en el agua dejarse crecer una larga melena para que, en caso de caer por la borda, fueran más visibles en el oleaje y, consecuentemente, tuvieran más posibilidades de ser rescatados.
De hecho, la larga cabellera era el mejor asidero para sacar del agua a alguien que se estaba ahogando, pues la ropa suele desgarrarse y la piel húmeda resulta resbaladiza. Por eso, incluso quienes sabían nadar preferían tener el pelo bien largo.