Para las personas que sufren autismo, comunicarse a través del habla y la interacción social es realmente complicado, por no decir imposible. Sin embargo, Iris Grace, con solo cinco años, ha utilizado la pintura desde el año pasado para expresar sus sentimientos; y a pesar del poco tiempo que lleva, no son pocos los expertos que elogian el arte que guarda esta pequeña.
La joven artista, que vive en el Reino Unido con sus padres y su gato Thula, crea preciosas pinturas llenas de colores y texturas de ensueño. Las obras, a menudo inspiradas en medio de la naturaleza, son una muestra de la enorme capacidad de concentración, ya que según Monet, madre de la pequeña, puede tirarse horas y horas.
La pintura no solo eleva el estado de ánimo de Iris y ayuda a comprometerse con el mundo que la rodea, sino que también ayuda a aumentar la conciencia del autismo. Es una condición que afecta actualmente a alrededor de 100.000 niños solo en el Reino Unido, y cerca de 50.000 pequeños en edad escolar en España. «Cuando eres un padre o un maestro de un niño con autismo, constantemente buscas maneras de interactuar con ellos y buscas desesperadamente la llave que te permitirá entrar en su interior», afirma la madre de Iris. «Para mí, ver la pintura de Iris es eso, una ventana».
