Un grupo de devotos musulmanes, los Basijs, limpiaba campos de minas caminando sobre ellos
El título no tiene trampa ni cartón, caminaban sobre las minas haciéndolas detonar para así limpiar los campos. Esto ocurrió durante la guerra entre Irán e Irak. Un grupo de devotos voluntarios musulmanes llamados Basijs (imagen de la derecha) se ofrecieron para esta tarea suicida, bajo la convicción de que cuando una mina explotara se irían directos al Paraíso como mártires de la fe. Algunos no tenían más de 13 años.
Habrá quien piense que es estúpido o bien una idea brillante; un acto de locura o bien uno de fe. Pero hay algo que debe quedar claro. Mártir es aquel que muere por su fe, no alguien que mata por ella.