“Corre, Forrest, corre” es una de esas frases que todos tenemos guardada en la memoria gracias a la idiosincrasia del personaje de Forrest Gump emulado por un magnífico Tom Hanks.
A pesar de ser un personaje ficticio, está claro que Forrest Gump era todo un atleta y el estudio realizado por The Week así lo demuestra.
El estudio concluye que todo lo que corre Forrest Gump cruzando Estados Unidos es posible. Para llegar a esta conclusión han consultado a un grupo de expertos en running, medicina deportiva y podología, han analizado los pros y los contras tanto de su manera de correr como de sus hábitos y la distancia total que recorre.
En el film, Forrest comienza su larga carrera el 1 de octubre de 1979, es un varón de 35 años y corre durante 1.169 días un total de 30.616 kilómetros (729 maratones).
Como aseguran los expertos, su manera de correr era correcta: espalda recta, brazos relajados y rodillas delante. Además, llevaba un buen calzado, algo imprescindible, y contaba con la mentalidad ideal según Bryan Powell, ultrafondista y fundador del sitio I Run Far.
“La mayor ventaja de Forrest es que no tienen ningún objetivo marcado. La mayoría de los corredores que realizan carreras encuentra dificultades a partir de los dos tercios del camino. Se dan cuenta de la distancia que les queda y pierden fuerzas. Pero Forrest no tienen ninguna expectativa, ninguna meta”, añade Powell.
En cuanto a las cosas que no debería hacer el personaje destacan correr a través de climas cálidos y húmedos, ya que dificultaría la travesía.
“El calor y la humedad son mucho más difíciles que el frío a la hora de correr. En los tramos que recorre en la película no se ve llover en ningún momento”, explica Powell.
En la película tampoco parece que cambie de vestuario ni de zapatillas y con tantos kilómetros sería inviable mantener la misma ropa y calzado por el desgaste y el sudor.
“Forrest necesitaría + 33 pares de zapatos para llegar a los 16.000 kilómetros. Y su tren de rodaje está lejos de ser ideal” explica Jon Teipen, director de zapatillas deportivas.
Aún así, los expertos coinciden en que es posible recorrer esa distancia.
“Sin duda, diría que es posible, aunque requeriría de un intenso nivel de dureza mental y un gran acondicionamiento físico”, asegura Gabriel Maricich.
“¿Es posible correr 16.000 kilómetros? La respuesta es absolutamente sí. Especialmente de la forma en que lo hizo”, asegura Chris McDougall, periodista deportivo.
