El perro Toto, que actuó en el clásico El mago de Oz cobró 125 dólares a la semana.
Terry nació en 1933 y fue adquirida por los productores de El mago de Oz en 1936 (tres años antes de empezar el rodaje de la película). Terry era una perrita muy tímida pero pronto le cogió el gustillo a esto del cine y no había nadie que se sintiera más a gusto delante de las cámaras que ella. Incluso asistió al estreno de la película en el Grauman’s Chinese Theatre.
Para El mago de Oz, Terry pasó dos semanas en casa de Judy Garland (Dorothy) para acostumbrarse a estar con la niña y, por desgracia, durante el rodaje sufrió una fractura bastante importante en el pie, molestia que arrastraría durante toda su carrera. Durante los días de rodaje que Terry tenía el pie en reposo, otro Cairn Terrier fue el resposable de dar vida a Toto.
Se dice que el sueldo de Terry era de unos 125$ a la semana, cifra bastante superior a la de muchos actores humanos de la película.
Después del éxito cosechado con El mago de Oz, el nombre de Terry fue cambiado oficialmente por el de Toto. E incluso un escritor escribió su “autobiografía”, titulada I, Toto.