El origen egipcio de La Cenicienta
La esclava Ródope
¿Quién no ha visto alguna versión (o todas) de La Cenicienta en el cine? La mágica historia dulcificada por Disney es un tótem narrativo popular. No es tan conocido, sin embargo, su antiquísimo origen. Es cierto que los hermanos Grimm y Charles Perrault recogieron la historia de la tradición oral. Pero se remonta a mucho antes. En una esclava llamada Ródope está el origen egipcio de La Cenicienta.
La esclava griega
Esta historia fue recogida por el geógrafo griego Estrabón. ¿Quién fue Ródope? Una joven griega raptada por unos piratas vendida en Egipto como esclava. Su amo era un buen hombre pero poco enterado de lo que pasaba en su hogar. Resultó que las otras muchachas de la casa maltrataban a la extranjera Ródope.
Ella se encargaba siempre de las tareas más ingratas de la casa. La acompañaban pájaros, un mono y un viejo hipopótamo. Entonces tuvo lugar un acto real convocado por Amosis I en Menfis. La joven griega se vistió con sus mejores galas, incluidas unas sandalias de oro rojo. Pero… así es, las demás se lo impidieron.
Entonces un halcón -supuesta encarnación del dios Horus- robó las sandalias a la griega. Y se las llevó al faraón, quien vio un designio divino en la escena. Así que dio la orden de que «todas las doncellas de Egipto habrían de probarse la sandalia. Y la dueña sería su reina». ¿Te suena conocido?
El faraón recorrió el Nilo buscando a la dueña de las sandalias. Hasta que dio con Ródope por fin. El historiador griego rescató la historia de Ródope siglos después. Y Heródoto cuenta que una de las pirámides de Giza fue construida por encargo de ella o para ella.
Historia recordada
La historia de Ródope estuvo presente en la tradición grecoromana. La heredó la literatura europea hasta convertirse en la moderna Cenicienta. En el siglo XVII, el napolitano Giambattista Basile incluyó en su antología póstuma «El cuento de los cuentos» (1634) la historia de Cenerentola. Ese es el relato que inspiró más tarde directamente a Perrault y a los hermanos Grimm.
Todos los elementos característicos del cuento están ahí. La malvada madrastra, las hermanastras envidiosas, las transformaciones mágicas, la pérdida del zapato.
Perrault prefirió prescindir de la violencia desmedida del texto de Basile. En esta historia, existe una primera madrastra. Ella es asesinada por la protagonista: le rompe el cuello. La película de Walt Disney de 1950 es fiel al cuento de Perrault casi en su totalidad. Pero en el caso de Perrault, Cenicienta perdona finalmente a su malvada madrastra y a sus dos hermanastras. Disney decidió que no.
Sin embargo, ninguno de ellos puede cambiar el origen egipcio de La Cenicienta. Una historia que sigue maravillando miles de años después.