El origen de “irse por los cerros de Úbeda”
Si eres de los que te enrollas a decir palabras y palabras seguro que has escuchado más de una vez como te dicen “No te vayas por los cerros de Úbeda”, y es que el ser humano se caracteriza por la cualidad del habla, algo que aprendemos en los primeros meses de vida y que no olvidamos hasta el final de la misma.
Cada palabra que usamos o cada expresión que oímos tienen una historia detrás, porque en un idioma nada es fruto de la casualidad. Las frases hechas siempre tienen algo detrás, en esta ocasión hablamos de “irse por los cerros de Úbeda”
Úbeda es una localidad jienense declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, además fue uno de los escenarios de la Reconquista, momento en el que dio lugar la expresión de la que hoy hablamos.
Unos años antes de la Batalla de las Navas de Tolosa, en 1233, Álvar Fáñez, uno de los hombres de confianza del rey Fernando III el Santo, desapareció sin dejar rastro, y cuando apareció tras la tienda fue cuestionado porque su respuesta fue que “se había perdido por los cerros de Úbeda”.
Rápidamente se dieron cuenta de que aquellas palabras eran tan solo excusas para no reconocer su falta de valor.