El mayor acorazado alemán de la II guerra mundial, el Bismarck, tardo 5 años en construirse y solo duro 9 días en servicio
Tras participar en una ofensiva contra la Armada Británica en la que destruyó un crucero y dañó seriamente a otro, sufrió un gran acoso por parte de la flota inglesa hasta que por fin consiguieron hundirlo. Fue frente a las costas de la Francia ocupada, lugar en teoría seguro para la armada nazi. El ataque sucedió dos días después de la batalla contra la Real Armada; primero su timón fue destruido por aviones torpederos británicos y al día siguiente dos acorazados le atacaron y hundieron.