El entrenador del Núremberg no se afeitará hasta que no ganen un partido
«Mi barba crecerá hasta que ganemos, aunque eso signifique hacer de Papá Noel el próximo año».
Así concluía la rueda de prensa Gertjan Verbeek, entrenador del Núremberg, que aseguraba no volver a afeitarse hasta que su equipo consiga su primera victoria de la temporada en el campeonato alemán.
El técnico holandés de 51 años tomó las riendas del equipo, en puestos de descenso, después de que Michael Wiesinger fuera destituido en el mes de octubre.
El Núremberg no ha hecho sus mejores números esta temporada y ha acabado el curso 2013 con un triste récord al ser el único equipo de las grandes ligas europeas en no haber conseguido ni una sola victoria en lo que va de temporada. Está situado en el penúltimo puesto de la Bundesliga empatado a puntos, once, con el colista, Eintracht Braunschweig, habiendo acumulado 11 empates y 6 derrotas en 17 encuentros ligueros en esta primera ronda.
El sábado empataron sin goles ante el Schalke 04, después de que unos días antes estuvieran a punto de conseguir su primera victoria al adelantarse al Hanover 3-0, pero acabaron de nuevo empatando 3-3 en el tiempo añadido.
Es habitual ver como los entrenadores y deportistas juegan principalmente con su aspecto como promesa por si ganan o pierden un campeonato. Raparse el pelo, dejarse barba o quitársela, es muy común entre los futbolistas que dan así más morbo si cabe al pitido final. El último en cumplir sus promesa en nuestras fronteras fue Arda Turan. El jugador que milita en las filas del Atlético de Madrid prometió raparse el pelo (tenía una gran melena rizada) si conseguían el título de Copa, y cumplió con su promesa.
Pero no ha sido el único. El cantante Alejandro Sanz hizo lo propio cuando España ganó el Mundial y hasta la presentadora francesa de Canal +, Doria Tillier, cumplió con su promesa de presentar el pronóstico del tiempo «a pelo» si Francia conseguía la clasificación al Mundial de 2014, eso sí, las imágenes eran tan lejanas que apenas se podía distinguir su figura.