El mismísimo Francisco Franco. Un militar que dió el golpe de estado que acabó con el gobierno legal republicano y rigió con mano dura el destino de España durante 40 años había conseguido la graduación en 1926, con sólo 33 años. 
Labró su fulgurante carrera en los escenarios del norte de África, donde España mantenía muy precariamente los enclaves coloniales que aún poseía. Una valerosa acción allí, cuando se puso al frente del batallón de regulares en un momento de máximo riesgo, le valió las primeras condecoraciones en 1916 del aventajado militar.
Salió mal herido de la batalla, pero su ascenso continuó al mano de un tercio de la Legión. Y sería su éxito al dirigir el desembarco de Alhucemas en 1926 contra los rifeños lo que le valió el generalato.
